Es un procedimiento estético, no quirúrgico, dirigido a eliminar la acumulación de grasa localizada y favorecer la disminución de volumen corporal mediante el uso de ultrasonidos de baja frecuencia.
Es un método muy eficaz para eliminar la grasa localizada de una forma no invasiva y no dolorosa.
La cavitación ultrasónica (popularmente conocida como cavitación estética) no constituye una vía para adelgazar, ya que trabaja sobre zonas de grasa localizadas en el cuerpo, y que no pueden eliminarse a través de las dietas y los ejercicios físicos.
La cavitación es un dispositivo con unos rodillos que se pasan sobre la piel, en la que previamente se ha aplicado un gel conductor para que puedan pasar las ondas de ultrasonidos sobre la zona que se desea tratar. Este sonido produce unas microburbujas que llegan a las células de grasa y las abre, liberando la grasa que se elimina mediante drenaje o a través del sistema linfático.
Cuando se combinan sus efectos con otras técnicas como la presoterapia, este tratamiento puede aportar una reducción considerable del volumen de nuestro cuerpo, ya que no sólo es capaz de eliminar la acumulación de grasa sólida, sino que permite también tonificar la piel y combatir la flacidez cutánea. Para mejores resultados, los especialistas médicos recomiendan poner en práctica una dieta responsable y saludable, además de una práctica habitual de ejercicios físicos.
Hay ciertas enfermedades, problemas de salud y estados especiales del organismo que son contraindicados para recibir la cavitación.
La cavitación realizada en personas sanas está prácticamente exenta de riesgos. De presentarse alguno, los conocidos son:
Rara vez un ligero eritema local (rojez o inflamación) que desaparece a las pocas horas del tratamiento. Lo normal es que durante la sesión se tenga una agradable sensación de calor y la piel se sienta más tersa.
En algún caso puede quedar alguna acumulación de grasa disuelta, que se debe más bien a no haber realizado el drenaje linfático recomendado (masaje manual o presoterapia) que a la propia cavitación. La solución es aplicar la técnica drenante y el acúmulo de grasa desaparecerá.
Cada organismo y piel pueden tener reacciones diferentes a un mismo tratamiento, pudiendo surgir efectos secundarios leves en algunos pacientes tales como flacidez de la piel (que se evitará aplicando radiofrecuencia), eritema local, ligera picazón, sed excesiva, alergia a la cavitación o náuseas.Aunque después de la primera sesión se puede notar algún resultado, será necesario someterse a varias sesiones para conseguir el objetivo propuesto, el número variará en función del grado de complejidad de la celulitis.
Cada sesión dura entre 25 y 40 minutos y se recomienda esperar al menos 72 horas antes de aplicar la siguiente.
Es recomendable combinar esta técnica con presoterapia u otra de drenaje mediante masaje para facilitar la eliminación de la grasa así como beber 1,5 litros de agua después de cada sesión.
Es un procedimiento muy seguro, aunque en algunas ocasiones pueden aparecer enrojecimientos o inflamaciones que desaparecerán a los pocos días.Las cookies necesarias son absolutamente esenciales para que el sitio web funcione correctamente. Esta categoría solo incluye cookies que garantizan funcionalidades básicas y características de seguridad del sitio web. Estas cookies no almacenan ninguna información personal.
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